A partir de ahora es cuando comenzamos a obtener los primeros productos de nuestro huerto. Para mí como, probablemente, para todos aquellos que disponen de un pequeño trocito de tierra es el momento más agradable de todo este proceso.
Hay que tener en cuenta un factor importante, la recolección de los productos. Caso de calabacín, habichuelillas o los pepinos, el dejarlos en la mata para que crezcan más de la cuenta hace que está detenga la floración, dado que ha conseguido su capacidad reproductiva. La retirada de productos del huerto va a favorecer el crecimiento de los frutos más pequeños. Al mismo tiempo podemos ir controlando los otros plantones, es decir, observar si hay a taque de plagas o aves, si los frutos están en contacto directo con el suelo que puede afectar a la calidad de este, si presenta partes secas o en estado de pudrición, etc.
Primera cosecha |
Encañado de los pepinos |
Este seguimiento nos va a permitir poder realizar actuaciones anticipadas, aclareos o en el caso de los frutos evitar que estén en contacto con el suelo para evitar pudrición al estar en contacto con el agua de riego. Por otro lado evitamos daños producidos por caracoles, cochinillas o pulgón
En esta semana ya se han recogido los primeros calabacines, pepinos, tomates habichuelillas. Por otro lado he realizado un seguimiento exhaustivo de los plantones, eliminación manual de vegetación espontánea, regado y encañado de algunas tomateras de mata alta. De esta forma he separado los tomates del suelo y eliminado las partes secas de las plantas para evitar la aparición de la araña roja.
En el caso de las lechugas he observado un ataque bastante fuerte de caracoles, esto se puede conocer porque las hojas aparecen con pequeños agujeros. Como consejillo para evitar el ataque de caracoles, sin necesidad de usar granulado químico, están las cascara de huevo. Una vez eliminado los caracoles de la hoja, la cascara de hueco se trituran, pero no demasiado y se aplican en la base de las lechugas, esto va a producir que se le queden pegadas y el caracol no pueda introducirse en el caparazón, con lo cual se secan por el calor.
En el caso de las lechugas he observado un ataque bastante fuerte de caracoles, esto se puede conocer porque las hojas aparecen con pequeños agujeros. Como consejillo para evitar el ataque de caracoles, sin necesidad de usar granulado químico, están las cascara de huevo. Una vez eliminado los caracoles de la hoja, la cascara de hueco se trituran, pero no demasiado y se aplican en la base de las lechugas, esto va a producir que se le queden pegadas y el caracol no pueda introducirse en el caparazón, con lo cual se secan por el calor.
Rábanos |
También he recogido los primeros rábanos, estos requieren bastante espaciado entre semillas, suelo bastante mullido y abundante agua, para que puedan engordar. En muchos casos, tras la siembra las semillas pueden acabar muy juntas unas con otras (a mi me ocurre con mucha frecuencia), esto es debido a un desnivel de las planteras, que se puede corregir como expongo en el apartado de "corrección de la pendiente". Se puede realizar un aclareo cuando crecen bastante, aunque reducimos la producción, aunque en este caso lo que suelo hacer es esperar a que adquieran un tamaño bueno, y de esta forma recojo aquellos que suelen presentar grietas, ataque de insectos o de tamaño medio y espero a que el resto crezca. Una vez liberado espacio, vuelvo a sembrar para continuar con la producción.
Otro consejillo que doy es dejar algunas plantas, donde el fruto sea bastante gordo para que produzcan flores, de esta forma podemos obtener semillas de mejor calidad. Lo mismo ocurre en el caso de las habas, suelo dejar que se sequen aquellas vainas donde haya mayor número de frutos, de esta forma, en la campaña siguiente obtendremos vainas con mayor cantidad de frutos.
Lo mejor de todo esto es, el sabor tan espectacular que tienen. Esto abre la campaña de pistos, ensaladas, verduras a la plancha, etc.
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