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martes, 8 de abril de 2014

Primeros pasos

Primeros pasos

En el siguiente blog voy a tratar de aconsejar a todos aquellos hortelanos, principiantes como yo, como poder mejorar las condiciones del suelo, así como aumentar los rendimientos hortícolas. 

Ha costado casi 4 años el poder incrementar el contenido de materia orgánica en un suelo pobre en 2010 (el antiguo dueño usó este terreno como escombrera para los restos de material de construcción procedentes de la casa).

Partimos de un procedente de una antigua gravera, cuyo material se extrajo hacia los años 80 para la construcción y el relleno procede de suelo sobrante de carreteras, gravas y escombros. Es por ello que parto de un suelo prácticamente muerto, donde la vegetación espontánea es escasa y cuya finalidad era la construcción de una piscina, la cual no llegó a realizarse.
Imagen del suelo inicial

 
 
En este caso particular, se realizó una limpieza inicial del terreno. Ello fue, la eliminación de los restos de escombros, así como grava, cantos y piedras superficiales (una tarea ardua, larga e incómoda). Ese material extraído se usó para hacer un camino de tránsito con el fin de evitar pasar por el suelo cultivable reduciendose de esta forma el grado de compactación.  


Suelo tras laboreo inicial
Tras esta primera limpieza, se hizo una pase de una moto-azada. El primer gran inconveniente es la humedad del suelo y el alto grado de compactación, esto dificultó la tarea y tras realizar 4 pases cruzados, la profundidad era escasamente de unos 4 cm (muy poco para el objetivo marcado). Tras un riego copioso y dejando el suelo que oree un día, volví a realizar otros 4 pases con la moto-azada, alcanzando en este caso una profundidad de apenas 7 cm. Con ello, lo que pretendo es ir extrayendo cada vez más piedras del suelo.


Siembra de veza para abono verde
A medida que voy eliminando las piedras, los trabajos se van facilitando. Tras las primeras lluvias de otoño de 2010, realizo un arado (4 pases cruzados nuevamente). La profundidad alcanzada no sobrepasa los 9 cm (además de seguir saliendo piedras). Esta será una de las tareas importantes, dado que un suelo con un alto contenido en grava, aunque mejora el drenaje, dificulta en gran medida la trabajabilidad y altera el crecimiento radicular de los plantones. En el caso de rábanos o zanahorias, esto afectará tanto a su tamaño como a su forma, por lo que es recomendable dejar el suelo lo más limpio de piedras posible


 
Zona para abono verde al fondo y zona recién cosechada.
Tras las primeras lluvias aparecieron las primeras "malas hierbas", lo que es un buen indicador de que la saludad de nuestro suelo está mejorando. Una ayuda inicial bastante beneficiosa es la siembra de leguminosas para nitrogenar el suelo y por tanto mejorar la estructura del suelo a medida que aumentamos el contenido de materia orgánica. Aquí os dejo alguna imágenes de la siembra de veza.




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