El pasado día 10 de Julio fue San
Cristóbal, para algunos será su santo o quizás su cumpleaños, para otros muchos
un día más del año, pero para algunos horticultores es el día de sembrar las
habichuelillas o judías.
Labrado de las planteras
Para no ser menos que el resto de
mis compañeros, me he levantado tempranillo para evitar estos calores que nos
acompañan desde primeras horas del día, así que sombrero de paja y escardillo
en mano, he comenzado a preparar el terreno de las planteras para sembrar mis semillas
de habichuelillas.
Para sembrar las judías
necesitaremos que el suelo este en buenas condiciones de humedad y disgregado.
Para ello recomiendo que antes de labrar, apliquemos un copioso riego dejando
un día para el oreo del terreno y su posterior labrado ya que si labramos y
luego regamos produciremos una pequeña compactación en el suelo que afectará a
la germinación de las semillas a la vez que el suelo presentará mayor humedad
lo que puede producir la pudrición de la semilla.
Colocación de las semillas.
Se debe tener en cuenta que una
vez que sembremos las semillas no las debemos regar hasta que no germine y
aparezcan los dos cotiledones, momento a partir del cual se debe comenzar a
regar. En la campaña anterior hice lo contrario tras sembrar la semilla a medida que las cubría las regaba, al cabo
de la semana no había rastro de las primeras hojillas, comencé a
buscarlas y todas estaban podridas. El sembrado se debe de hacer de 3
a 4 semillas juntas a una profundidad de 3 cm.
Malla anti-aves.
Pero no nos adelantemos a los
acontecimientos. Para proteger tanto las semillas como el germinado del ataque
de los pájaros, les he colocado una malla metálica.
Cuando el plantón tenga unos 10
cm de altura lo debemos de trasplantar al suelo. Debemos ponerle un pequeño
tutor, de esta forma se irá enredando en él y guiando, lo que nos facilitará la
recolección de los frutos que se llevará a cabo en otoño y cuando la vaina
presente la semilla sin engordar.
Como truquillo comento que
podemos introducir las semillas en un tarro con agua durante unos días, la
semilla germinará y comenzaran a aparecer las primeras raicillas, momento a
partir del cual debemos sembrar en el suelo con buena humedad de días anteriores.
De esta forma nos ahorraremos el tener que regar durante días las planteras o
el surco donde lo sembremos.
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