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martes, 15 de julio de 2014

Araña roja

Control de plaga.


La araña roja es un pequeño ácaro que puede atacar a diversas especies vegetales, entre las que podemos nombrar tomateras, calabacines, habichuelillas, pepinos, etc. constituyendo un problema grave en las plantaciones.

Las hembras adultas se suelen encontrar en el envés de las hojas, difícil de ver a simple vista, aunque con la ayuda de una lupa podemos observar que son de color rojizo y de cuerpo globoso.

Eliminar la araña roja de nuestras plantas, sin ayuda de productos químicos es muy complicado pero si podemos controlar e incluso reducir en gran medida su población aunque eso sí, es un proceso lento, desesperante (lo cual me resulta más atractivo realizar).

Uno de los síntomas que nos va a indicar que la planta está afectada es un moteado amarillento en el haz de la hoja. Cuando el ataque está muy avanzado, en el envés observaremos una tela de araña que hace que a hoja se deforme.


Sabiendo esto, y no conforme con ello, comencé a hacer mis pequeñas averiguaciones. Lo importante de un buen plan de ataque es la constancia y no desesperar, en muchos casos abandonar o dejar e problema es lo más sencillo aunque eso sí, la próxima vez que sembremos en el mismo lugar o en otro es muy posible que el problema vuelva a aparecer (es lo más lógico).

La araña roja suele aparecer cuando las condiciones ambientales son secas y escasa humedad ya que esta última no la toleran, es por ello que una medida buena de control es cambiar esas condiciones. Como principio básico a tener en cuenta en agricultura ecológica es realizar la rotación de cultivo, esto mejora la biodiversidad y reduce el efecto de las plagas y enfermedades en la agricultura y horticultura. En mi caso, esto no lo debo hacer ya que tengo el cultivo establecido, aunque es un proceso que realizo cada año. Para realizar el cambio de las condiciones micro-climáticas, pensé que una buena forma es regar diariamente, pero no a través de los surcos como realizo habitualmente sino la mata en cuestión a primera hora de la mañana.


Como la presencia de este acaro se localiza en el envés, es donde debemos regar, tarea muy difícil de realizar. Se usar una vaporeta introduciéndola entre las matas para humidificar la zona interior o con ayuda de la mochila de tratamiento para poder actuar sobre esa zona de difícil acceso, aunque con el riego superficial me ha resultado más fácil y efectivo.

A medida que avanza el día se produce la evaporación del agua creando un ambiente húmedo lo que retiene el avance de la araña roja. El resultado se puede apreciar a partir de la segunda semana, comenzaran a crecer nuevos brotes en las tomateras.

Este tipo de tratamiento lo debemos de realizar cuando apreciemos el moteado de la hoja. Si el efecto está muy avanzado debemos decidir sí usar químicos o no. En mi caso he optado por seguir regando. Tener en cuenta que mientras más avanzada este el tratamiento será más largo.

Por las tardes, aunque un poco engorroso, me he dedicado a eliminar aquellas partes secas de la planta y apartarlas para su posterior quema, de esta forma elimino huevos y ácaros.

El aspecto que presentan las matas es muy dramático, pero al cabo de las dos semanas comienzan a mejorar. Todo esto que se está planteando se debe realizar cuando aparezcan sintomatología que muestren que hay presencia de araña roja.


Como medidas preventivas, y puedo decir que bastante eficaz, antes de la aparición de los síntomas del ataque de araña roja, podemos realizar un tratamiento con jabón potásico con una solución en agua al 10% y se debe realizar varios tratamientos alternados a lo largo de la semana. El inconveniente que se presenta es, al crear una película protectora, al regar por aspersión, esta película es lavada, lo que la capa repelente se pierde. Tener en cuenta que también es bastante eficaz para pulgón. Actúa por contacto.

En la campaña “verano 2013”, se realizó dos tratamientos a la semana durante tres semanas, aunque no conforme con ello, se probó aplicar dicho jabón potásico con una solución de ajo al 10%, (para ello, en una olla introducimos una cabeza de ajo por litro de agua y la ponemos a hervir, dicha concentración se deja enfriar antes de manipular).

En la mochila de tratamiento se realiza la mezcla conjunta de jabón potásico 10% y solución de ajo 10% por litro de agua. En mi caso se aplicó a todas las matas a excepción de dos situadas en un extremo opuesto de la parcela.

Puedo decir que las dos matas no tratadas presentan los síntomas de ataque de araña roja mientras que en el resto no. A diferencia del jabón potásico, la solución de ajo es reabsorbida por la planta que repele tanto al pulgón como a la araña roja, así como a la palomilla blanca.

En esta campaña de 2014, la verdad es que las condiciones han sido muy desfavorable para el ataque de la araña roja, aunque actualmente esas condiciones están variando, lo que nos lleva a estar en un estado de vigilancia continua.




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