Control de plaga.
La araña roja es un pequeño ácaro que puede atacar a diversas especies
vegetales, entre las que podemos nombrar tomateras, calabacines, habichuelillas,
pepinos, etc. constituyendo un problema grave en las plantaciones.
Las hembras adultas se
suelen encontrar en el envés de las hojas, difícil de ver a simple vista,
aunque con la ayuda de una lupa podemos observar que son de color rojizo y de
cuerpo globoso.
Eliminar la araña roja
de nuestras plantas, sin ayuda de productos químicos es muy complicado
pero si podemos controlar e incluso reducir en gran medida su población aunque
eso sí, es un proceso lento, desesperante (lo cual me resulta más atractivo realizar).
Uno de los síntomas que
nos va a indicar que la planta está afectada es un moteado amarillento en el
haz de la hoja. Cuando el ataque está muy avanzado, en el envés observaremos
una tela de araña que hace que a hoja se deforme.
Sabiendo esto, y no
conforme con ello, comencé a hacer mis pequeñas averiguaciones. Lo importante
de un buen plan de ataque es la constancia y no desesperar, en muchos casos
abandonar o dejar e problema es lo más sencillo aunque eso sí, la próxima vez
que sembremos en el mismo lugar o en otro es muy posible que el problema vuelva
a aparecer (es lo más lógico).
La araña
roja suele aparecer cuando las condiciones ambientales son secas y escasa
humedad ya que esta última no la toleran, es por ello que una medida buena de
control es cambiar esas condiciones. Como principio básico a tener en cuenta en
agricultura ecológica es realizar la rotación de cultivo, esto mejora la
biodiversidad y reduce el efecto de las plagas y enfermedades en la agricultura
y horticultura. En mi caso, esto no lo debo hacer ya que tengo el cultivo
establecido, aunque es un proceso que realizo cada año. Para realizar el cambio
de las condiciones micro-climáticas, pensé que una buena forma es regar
diariamente, pero no a través de los surcos como realizo habitualmente sino la
mata en cuestión a primera hora de la mañana.
Como la presencia de
este acaro se localiza en el envés, es donde debemos regar, tarea muy difícil
de realizar. Se usar una vaporeta introduciéndola entre las matas para humidificar la zona
interior o con ayuda de la mochila de tratamiento para poder actuar sobre esa
zona de difícil acceso, aunque con el riego superficial me ha resultado más
fácil y efectivo.
A medida que avanza el
día se produce la evaporación del agua creando un ambiente húmedo lo que retiene
el avance de la araña roja. El resultado se puede apreciar a partir de la
segunda semana, comenzaran a crecer nuevos brotes en las tomateras.
Este tipo de
tratamiento lo debemos de realizar cuando apreciemos el moteado de la hoja. Si
el efecto está muy avanzado debemos decidir sí usar químicos o no. En mi caso
he optado por seguir regando. Tener en cuenta que mientras más avanzada este
el tratamiento será más largo.
Por las tardes, aunque
un poco engorroso, me he dedicado a eliminar aquellas partes secas de la planta
y apartarlas para su posterior quema, de esta forma elimino huevos y ácaros.
El aspecto que
presentan las matas es muy dramático, pero al cabo de las dos semanas comienzan
a mejorar. Todo esto que se está planteando se debe realizar cuando aparezcan sintomatología que muestren que hay
presencia de araña roja.
Como medidas
preventivas, y puedo decir que bastante eficaz, antes de la aparición de los síntomas
del ataque de araña roja, podemos realizar un tratamiento con jabón potásico
con una solución en agua al 10% y se debe realizar varios tratamientos alternados
a lo largo de la semana. El inconveniente que se presenta es, al crear una
película protectora, al regar por aspersión, esta película es lavada, lo que la
capa repelente se pierde. Tener en cuenta que también es bastante eficaz para pulgón.
Actúa por contacto.
En la campaña “verano
2013”, se realizó dos tratamientos a la semana durante tres semanas, aunque no
conforme con ello, se probó aplicar dicho jabón potásico con una solución de ajo
al 10%, (para ello, en una olla introducimos una cabeza de ajo por litro de
agua y la ponemos a hervir, dicha concentración se deja enfriar antes de
manipular).
En la mochila de tratamiento
se realiza la mezcla conjunta de jabón potásico 10% y solución de ajo 10% por
litro de agua. En mi caso se aplicó a todas las matas a excepción de dos
situadas en un extremo opuesto de la parcela.
Puedo decir que las dos
matas no tratadas presentan los síntomas de ataque de araña roja mientras que
en el resto no. A diferencia del jabón potásico, la solución de ajo es
reabsorbida por la planta que repele tanto al pulgón como a la araña roja, así
como a la palomilla blanca.
En esta campaña de
2014, la verdad es que las condiciones han sido muy desfavorable para el ataque
de la araña roja, aunque actualmente esas condiciones están variando, lo que
nos lleva a estar en un estado de vigilancia continua.
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